lunes, 2 de octubre de 2017

El verdadero rol de los sindicatos


Hoy los sindicatos evolucionan con las empresas y las discusiones trascienden la temática salarial: en algunos se negocian las garantías en seguridad social para teletrabajadores y hasta la inclusión de minorías étnicas en las organizaciones.

Lejos de ser la ‘rueda suelta’ de una organización, los sindicatos permiten hacerle contrapeso a las decisiones empresariales, en procura de mantener adecuadas condiciones para los trabajadores.
Más que constituirse en grupos que promueven las arengas, huelgas y paros, el sindicalismo en Colombia –una actividad que lleva más de 100 años en ejercicio-, ha permitido lograr avances en materia laboral. Estos van desde la puesta de reglas de juego claras en las relaciones de trabajo entre empresas y empleados, hasta hechos concretos como la participación activa en la negociación del salario mínimo, la creación de políticas de seguridad social para el teletrabajo, la promoción de la igualdad entre hombres y mujeres en juntas directivas y hasta el desarrollo de garantías laborales para la población Lgbti.
Sin embargo, la sindicalización no supera 4% de la clase trabajadora en Colombia, mientras que la negociación colectiva no beneficia a más de 3%, mientras que en el resto de países de América Latina está por encima de 20%. ¿Por qué?
“En la década de los años setenta teníamos tasas de 16%. Hoy las políticas laborales debilitaron el contrato a término indefinido, que hoy es minoría. Hay mucho contratista y mucha temporalidad, lo que dificulta que más personas se afilien a un sindicato”, afirma Carlos Julio Díaz, director de la Escuela Nacional Sindical, quien sostiene que hay cerca de un millón de empleados sindicalizados en el país.
A pesar de que algunas empresas rechazan la existencia de sindicatos, las grandes organizaciones tienen claro que su crecimiento debe ir acompañado de adecuadas relaciones con sus colaboradores y promover las mejores garantías laborales en la organización.
Este es el caso de los sindicatos de Bancolombia, entidad que representa 25% del mercado bancario y que cuenta con cerca de 18.000 empleados directos y 6.000 sindicalizados. Su virtud: haber podido ‘darle la vuelta’ a relaciones labores conflictivas, recurrentes en el sector financiero y en el propio banco en la década de los años ochenta, a un clima de confianza y trabajo en equipo con los sindicatos. ¿El resultado? Pudo enfrentar con tranquilidad nuevos retos como fusiones empresariales.
Incluso, sus trabajadores han ido más allá con la búsqueda de la extensión de la convención colectiva de trabajo a los países en donde opera, la promoción de la equidad salarial entre hombres y mujeres, y políticas de seguridad social para el trabajo desde casa.
La evolución
“Los sindicatos pueden aportar otros puntos de vista a la administración, contribuyendo a lograr una perspectiva más completa de la realidad laboral, escuchando e incluyendo otras voces. Además, los sindicatos son un contrapeso al ejercicio de la facultad de dirigir y gobernar la empresa, lo cual es muy útil cuando no se  cuenta con un buen liderazgo. Dicho orden de ideas, son a las empresas lo que los partidos de oposición son a la democracia”, afirma Jairo Burgos de la Espriella, abogado especialista en asuntos laborales y consultor empresarial en la firma Liderazgo & Transformación.
También lo tiene claro Julio Roberto Gómez, uno de los líderes sindicales más representativos en Colombia y el mundo, ya que ejerce también como Vicepresidente de la Confederación Sindical Internacional. Es actual presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT) y está vinculado a la vida sindical desde hace 41 años.
“Antes se hacía un sindicalismo de cuatro paredes. Hoy es un sindicalismo al que le cabe un país en la cabeza: no solo se trata de hacer pliegos de peticiones, paros y huelgas, sino propuestas concretas cuando se habla, por ejemplo, de propuestas para la generación de empleo”, afirma el sindicalista.
Empresas como Cencosud, Argos, Colombina, EPM, Ecopetrol, por citar algunos casos, ya conocen la importancia de los sindicatos en el quehacer empresarial. Lejos de ser ‘el palo en la rueda’, los sindicatos permiten una real transformación hacia una democracia, limitar abusos y permitir corporaciones más transparentes y alineadas con el escenario global.
Perfil del nuevo sindicalista
Piensa en cooperar con otras empresas y no en posiciones radicales de confrontación.
Se expresa con argumentos y sin apasionamientos.
Busca el bienestar de los trabajadores y también de la empresa.
Permite el acercamiento entre administración y los trabajadores en organizaciones de gran tamaño.
Se alimenta de las nuevas tendencias en el ejercicio de su actividad.
REFERENCIA  http://www.capitalhumano.com.co/desarrolloorganizacional/sindicatos-en-las-empresas-5696